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Tras conseguir la independencia se celebran elecciones que son ganadas por Lumumba del Movimiento Nacional Congoleño, que es designado primer ministro, y Kasabuvu es elegido por el parlamento como presidente. Entre ambos hubo una crisis que llevo a Kasabuvu a ocupar el lugar de Lumumba. Tras la muerte de Lumumba en 1961 (fusilado por los rebeldes) se llevaron a cabo numerosas protestas contra el gobierno. La inestabilidad que atravesaba el país dio lugar al golpe de estado de Mobutu en 1965, el cuál comenzó, en 1966, a renombrar todas las ciudades del país y posteriormente el mismo, denominándolo Zaire.
Tras la caída de la Unión Soviética, Mobutu se quedó sin apoyo fuera del país, lo que provoca un aumento de protestas contra el régimen, consiguiendo así la huida de Mobutu y la proclamación del líder rebelde, Kabila, que instaura la Tercera República del Congo en 1997. Sin embargo, los aliados del líder se volvieron en su contra, en una rebelión en la que también participaron Rwanda, Uganda y Burundi, dando lugar a la Guerra Mundial Africana en 1998, la que más vidas ha costado tras la Segunda Guerra Mundial. Kabila fue asesinado en 2001 y lo sustituye su hijo, que intenta por todos los medios acabar con la guerra, la cual finaliza en 2003 tras firmar acuerdos de paz con Uganda y Rwanda.
Tras finalizar la guerra se ha intentado democratizar el país, en 2005 se promulga una constitución para organizar el Estado, se establece un parlamento y un poder judicial nuevo.
Aún así, la República Democrática del Congo es un país pobre, con un PIB per cápita y un IDH bajísimo, que nos reitera la cantidad de conflictos a los que este país se ha enfrentado a lo largo de los años. Además invierte muy poco en educación, la mayoría de las escuelas son privadas, por lo que la mayor parte de sus habitantes no están formados.
Es un país rico en recursos, pero estos no están bien aprovechados por el país, son otros los que se encargan de explotarlos y no le pagan lo que deben, es más, tener tantos recursos resulta una trampa para el país al dejar de invertir en otros proyectos que podrían tener mejores resultados en su economía.
Quizás, este país, al igual que otros en África, consiga algún día ser un país industrializado y desarrollado, saliendo del agujero en el que se encuentra, pero este proceso será largo y muy costoso debido a la corrupción que presenta.
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